El Trastorno del aprendizaje no verbal (TANV), procesal o DAMP (déficit de atención con alteraciones motoras y visuoperceptivas), es un trastorno de aprendizaje bastante desconocido para la mayoría y generalmente eclipsado por el TDAH.

Desde el punto de vista clínico, estos niños suelen consultar por dificultades de aprendizaje relacionadas principalmente con sus problemas en el proceso de adquisición de la lectura, su mala caligrafía, sus dificultades para la realización y comprensión de operaciones matemáticas sencillas y sus grandes dificultades para el razonamiento no verbal. Además, con frecuencia tienen problemas atencionales y visuoperceptivos, cierta torpeza motora, una forma particular de hablar (respecto del la entonación y el ritmo, es decir en la prosodia), dificultades para las relaciones sociales y/o problemas en el funcionamiento emocional que les predispone a diversos problemas psiquiátricos (baja autoestima por ejemplo).

En este post describiremos brevemente su perfil neuropsicológico, el diagnostico diferencial con otros trastornos del aprendizaje y del neurodesarrollo y el tratamiento.

El perfil cognitivo-conductual del TANV se caracteriza por una serie de dificultades:

  1. Lenguaje: tienen buenas habilidades lingüísticas generales, pero pueden tener dificultades en el área social o pragmático del lenguaje. Son niños con una forma particular de hablar y con tendencia a entender todo de manera literal (no entienden el doble sentido o las bromas). Esta particularidad hace que en ocasiones se confundan con Trastornos del espectro autista (TEA) de alto rendimiento o Asperger y sean referidos como tal a la consulta de neuropediatría.
  2. Son niños “torpes”, con problemas para la orientación espacial, memoria visual y discriminación derecha-izquierda. Estas características hacen que tengan dificultades para copiar textos, hacer dibujos, disgrafía..etc.
  3. Son niños que precisan tener una rutina bien establecida para poder funcionar pues no son capaces de planificarse, tienen problemas para adaptarse a situaciones nuevas que en ocasiones les llevan al aislamiento social y a tener mayor riesgo de trastornos psiquiátricos de tipo afectivo.
  4. A nivel de aprendizaje: sus principales problemas están condicionados por sus  dificultades visuoperceptivas, atencionales, con la gestión del tiempo y con la adquisición de rutinas de aprendizaje (automatización de la lectura, escritura o cálculo). EN la practica clínica, esta dificultades se expresarán en forma de mala letra (Disgrafia), dificultades para la comprensión de textos (Dislexia) y/o dificultades para la realización y comprensión de operaciones matemáticas sencillas (Discalculia).

Diagnostico diferencial: se realiza mediante una historia clínica estructurada y orientada al trastorno y se completa con una buena evaluación psicopedagógica.
Los niños con TANV tienen un perfil neuropsicológico característico que los diferencia del TDAH y otros trastornos del aprendizaje, aunque también pueden presentarse juntos. Clásicamente se ha descrito una diferencia significativa entre el cociente intelectual (CI) verbal y manipulativo a favor del verbal. Comparte con el TDAH la afectación de las funciones ejecutivas, sobre todo la memoria de trabajo (MT), la dispraxia o torpeza motora y la afectación de la velocidad de procesamiento (VP). Muestran dificultades en la memoria visual, habilidades visuoperceptivas, fácilmente valorarles, por ejemplo, mediante la Figura de Rey.

A veces es difícil establecer un diagnostico preciso de este trastorno, pues puede no presentar todas las características descritas o aparecer junto a otros Trastornos de Neurodesarrollo como el TDAH o confundirse con ellos (Asperger, trastorno semántico-pragmático del lenguaje…etc).

Respecto al tratamiento, debemos centrarnos en ayudarlos desde el punto de vista psicopedagógico. Podemos seguir varias estrategias según los puntos débiles y fuertes del niño. Suele ser útil reducir el contenido escrito de las cosas, incluso recurrir a los exámenes orales donde los niños que padecen este trastorno obtienen mejores resultados. Intentar reducir la cantidad de tarea que tienen que hacer en el domicilio, potenciar su autoestima del niño simplificando lo que tiene que hacer, ajustando el tiempo necesario para hacerlo o incluso adaptar los exámenes y estimular sus habilidades sociales.
Estas medidas tiene que exportarse también al hogar y enseñar a los padres a ayudar a sus hijos.
Aunque el tratamiento psicopedagógico es el pilar fundamenta del tratamiento, en ocasiones, sobre todo cuando existen problemas importantes de función ejecutiva o atención (hasta en el 70% de los pacientes), podemos plantearnos el tratamiento farmacológico con psicoestimulantes o no psicoestimulantes.

Bibliografia

  • Crespo-Eguilaz N, Narbona J. Trastornos de aprendizaje procedimental: características neuropsicológicas. Rev Neurol 2009; 49:409-16.
  • Jarque J. Trastorno de Aprendizaje no Verbal. Guía Básica para familias y educadores. 2013. Editorial CCS.